Ha sido puesto en un camino que le dice que realmente está yendo a alguna parte, que la vida no es un callejón sin salida, ni algo que haya que soportar o dominar. En un sentido muy real ha sido transformado, porque se ha aferrado a una fuente de fortaleza de la que hasta ahora, en una o en otra forma, se había privado a sí mismo.
DOCE Y DOCE, págs. 113-14